Una de las principales recomendaciones para las personas que tienen diabetes tipo 2 o los niveles altos de glucosa en la sangre, es comenzar a realizar ejercicio para cuidar su salud y prevenir complicaciones relacionadas a las afecciones u otras enfermedades, ya que en ambos existen problemas para regular los niveles de insulina y, por lo tanto, las funciones que ésta tiene también se pueden ver afectados.
La azúcar alta en la sangre puede ser un signo de la diabetes, aunque no en todos los casos clínicos se relacionan como tal; sin embargo, sí existen similitudes entre ellas y es que en ambos problemas de salud el organismo tiene problemas para regular los niveles de glucosa, misma que tiene como principal función aportar energía. Pero para lograr llegar a las células, necesita de la insulina y cuando esta última falla, se pueden presentar “serios problemas de salud a largo plazo”, según explica Medline Plus.
Aunque existen tratamientos para tratar estas afecciones, los médicos también recomiendan realizar cambios en el estilo de vida e incluir hábitos más saludables como una dieta saludable y rica en fibra, además de realizar ejercicio, pues aunque muchas veces se puede llegar a pensar que sólo es con la intención de perder peso (porque el sobrepeso y la obesidad se asocian a estos problemas de salud), detrás de la recomendación se esconde todo lo que la actividad física activa en el organismo.
De hecho, investigaciones han comprobado que el ejercicio es perfecto para regular los altos niveles de glucosa en la sangre para pacientes con diabetes. Por supuesto, también incluyen algunas recomendaciones de actividad física a realizar para que en los estudios de sangre los resultados muestren un mejorable cambio, sobre todo si se combinan con otros consejos para cuidar de la salud.
"Debe aprender a equilibrar lo que come y bebe con la actividad física y los medicamentos para la diabetes, si los toma", señala el sitio especializado.
¿Cuál es el mejor ejercicio para combatir estas dos enfermedades?
Aunque algunas recomendaciones por parte del personal de salud son las caminatas y natación, entre otras actividades que fomenten el movimiento del cuerpo, lo más recomendado para pacientes con la glucosa alta y que pueden estar en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es apostar por ejercicios de fuerza como pueden ser las zancadas, sentadillas, patadas traseras, saltos, flexiones, abdominales, planchas o elevaciones.
"Cuando realizamos ejercicio, particularmente ejercicio de fuerza, los músculos absorben glucosa de la sangre sin la necesidad de recurrir a la insulina. Esto reduce los niveles circulantes de glucosa en sangre y esto, se cree, es una de las múltiples razones por las cuales el ejercicio previene esta enfermedad y retrasa las complicaciones", explicó el doctor Mauricio González Arias a través de un video en su cuenta de Instagram.
En complemento con la declaración del doctor mexicano, el Colegio Americano de Medicina Deportiva y la Asociación Americana de Diabetes detalla que además de controlar los altos niveles de glucosa en la sangre, el ejercicio también “reduce el riesgo de comorbilidades que incluyen hiperlipidemia, hipertensión y cardiopatía isquémica”.
Desde el colegio también recomiendan que las personas con diabetes tipo 2 realicen “al menos 150 minutos de ejercicio moderado semanalmente con entrenamiento de fuerza dos o tres veces por semana”. Por supuesto no es lo único a tomar en cuenta ya que en este periodo también se debe realizar actividad aeróbica de intensidad moderada, pero incluyen pautas para los descansos y que que no puede haber “más de 2 días consecutivos sin actividad física”.
Por el momento se sabe que “el ejercicio aeróbico submáximo podría disminuir las concentraciones de glucosa en sangre de 2 a 48 horas después del ejercicio y mejorar la sensibilidad a la insulina hasta 72 horas después del ejercicio”.
A pesar de la recomendación, siempre es necesario consultar a un médico para que realice una valoración personalizada para evitar complicaciones con la hipertensión, neuropatía autonómica grave y retinopatía proliferativa inestable, ya que estos pacientes sufren mayor riesgo de sufrir lesiones; de hecho, en algunos casos, los expertos pedirán evitar hacer ciertas rutinas que los pongan en riesgo.
Por otro lado, se sabe que ejercicios de flexibilidad entre los que se incluye el yoga, el tai chi o pilates, son excelentes alternativas para que los pacientes reciban los beneficios; sin embargo, es importante que estas actividades no reemplacen aquellos de fuerza y para ganar condición física, sino utilizarlos como un complemento.
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