Tiene apenas 10 años y quiere morirse. Está empezando esta aventura que llamamos vida y ya no aguanta más. Es que una enfermedad rarísima lo condenó a un dolor que no puede aguantar, nadie podría.
Dillon Wilford, de él hablamos, sufre un síndrome de dolor regional complejo, conocido como SDRC. No tiene cura, sólo existen algunos tratamientos paliativos, pero que en el caso de Dillon no son suficientes.
El síndrome de dolor regional complejo (SDRC) es una afección de dolor crónico. Provoca dolor intenso, por lo general en los brazos, las manos, las piernas y los pies.
Una mañana diferente
Todo empezó con un dolor en la pierna. Fue una mañana, cuando Dillon se levantó de la cama y sintió el dolor que lo hacía cojear. Era soportable, por lo que el niño continúo su día.
Al otro día, en noviembre de 2021, el dolor se había intensificado radicalmente lo que le impedía caminar. Desde ese día, Dillon no volvió a caminar sin ayudar.
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