Visiblemente afectado, el presidente Joe Biden prometió en un discurso a la nación desde la Casa Blanca que su país no perdonará ni olvidará estos ataques.
Y endureciendo su tono de voz, clamó contra el EI: “Los perseguiremos y haremos que paguen”.
Para ello, ordenó a sus comandantes militares que desarrollen planes operativos para golpear objetivos del EI en Afganistán, a sus líderes y sus bases, con el fin de responder “con fuerza y precisión”.
“Estos terroristas no ganarán -aseguró-. Rescataremos a todos los estadounidenses, sacaremos a nuestros aliados afganos y nuestra misión seguirá. EE.UU. no va a ser intimidado”.
Por ese motivo, las fuerzas estadounidenses continuarán con sus planes y seguirán con su misión en el aeropuerto de la capital afgana para sacar a esas personas fuera del país y culminar el repliegue de tropas hasta el plazo marcado, el próximo 31 de agosto.
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