Desde el Monte Everest hasta la Fosa de las Marianas, los microplásticos están por todas partes, incluso en lo alto de la troposfera terrestre, donde la velocidad del viento les permite recorrer grandes distancias, según un estudio realizado este martes (21.12.021).
Los microplásticos son fragmentos minúsculos –que miden menos de 5 milímetros– procedentes de envases, ropa, vehículos y otras fuentes, y se han detectado en la tierra, el agua y el aire.
Científicos del instituto nacional de investigación francés CNRS tomaron muestras de aire a 2.877 metros sobre el nivel del mar en el Observatorio del Pic du Midi, en los Pirineos franceses, una de las denominadas “estaciones limpias” por la escasa influencia que ejercen sobre ella el clima y el entorno locales.
Allí analizaron 10.000 metros cúbicos de aire por semana entre junio y octubre de 2017 y descubrieron que todas las muestras contenían microplásticos.
Utilizando datos meteorológicos, calcularon las trayectorias de las diferentes masas de aire que precedían a cada muestra y descubrieron fuentes tan lejanas como el norte de África y América del Norte.
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