Zoraya ter Beek es holandesa y tiene 28 años; está enamorada y vive con sus dos gatitos. Sin embargo, ha decidido someterse a eutanasia. ¿La razón? Problemas de salud mental que describe como insoportables. Su caso ha desatado polémica.
De acuerdo con The New York Post, Ter Beek, aspiraba a ser siquiatra. Sin embargo, toda la vida ha tenido que lidiar con su salud mental. Padece depresión, autismo y trastorno límite de la personalidad.
La joven explicó, en declaraciones que cita Free Press, que decidió terminar con su sufrimiento y se someterse a eutanasia en mayo próximo después de que los médicos le dijeron: “No hay nada más que podamos hacer por ti. Nunca va a mejorar tu situación”.
Por eso, a pesar de estar enamorada de su pareja de 40 años y de amar a sus gatitos, optó por la eutanasia, un procedimiento legal en Países Bajos desde 2002.
Ter Beek planea ser incinerada tras la eutanasia en el sofá de su salón. “No habrá música”, dijo, ni funeral. La joven no tiene mucha familia y pidió a su novio esparcir sus cenizas en “un bonito lugar en el bosque” que han elegido.
“Me da un poco de miedo morir, porque es lo más desconocido”, admitió. Eso, dijo, es a lo único que le teme.
Ella es sólo una del creciente número de personas que prefieren morir a seguir viviendo con un dolor que, a diferencia de una enfermedad terminal, podría tratarse.
Y su caso ha desatado polémica. “Veo la eutanasia como una especie de opción aceptable que ponen sobre la mesa los médicos, los psiquiatras, cuando antes era el último recurso”, declaró a Free Press Stef Groenewoud, especialista en ética sanitaria de la Universidad Teológica de Kampen (Países Bajos).
“Veo el fenómeno sobre todo en personas con enfermedades siquiátricas, y especialmente en jóvenes con trastornos psiquiátricos, en los que el profesional sanitario parece darse por vencido con más facilidad que antes”, añadió.
Pero Ter Beek dice que sólo ella conoce su sufrimiento y lo insoportable que es y está segura de una cosa: que eso no es vida y es hora de ponerle fin.
La eutanasia es una opción cada vez más popular en Países Bajos. En 2022, se produjeron 8 mil 720 muertes por este método, lo que representa aproximadamente 5% de todas las muertes del país y un aumento del 4% con respecto al año anterior, según los medios de comunicación holandeses.
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