Un reciente estudio publicado en ‘JAMA Psychiatry’ ha señalado que los medicamentos GLP-1, que en un principio fueron desarrollados para tratar la diabetes y la obesidad, podría ayudar también en el tratamiento del alcoholismo. Estas investigaciones abren nuevas posibilidades para el uso terapéutico de medicamentos como la semaglutida, comercializada con nombres como Ozempic y Wegovy.
El estudio, liderado por la Universidad de Finlandia Oriental, analizó durante casi nueve años a 228.000 pacientes suecos con trastorno por consumo de alcohol. Los resultados fueron prometedores: quienes usaban semaglutida presentaron un 36% menos de probabilidades de necesitar hospitalización relacionada con el alcoholismo. Un segundo medicamento de la misma clase, liraglutida (Victoza), también mostró beneficios, reduciendo las hospitalizaciones en un 28%.
Qué es el Ozempic
Ozempic es un medicamento, cuyo principio activo es la semaglutida, que fue inicialmente creado para tratar la diabetes tipo 2, se ha hecho popular en los últimos tiempos por ser una herramienta eficaz contra la obesidad. El fármaco fue desarrollado por la farmacéutica danesa Novo Nordisk, la cual fue reconocida como Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024.
La semaglutida actúa estimulando la liberación de insulina por el páncreas, ayudando a reducir los niveles de glucosa en sangre. También favorece el crecimiento de las células beta pancreáticas, esenciales para la producción de insulina, y bloquea la producción de glucagón, una hormona que incrementa los niveles de glucosa en sangre.
Uno de sus efectos más destacados es la capacidad de reducir el apetito y ralentizar la digestión, lo que contribuye a la pérdida de peso y la reducción de grasa corporal. Además, estudios clínicos han mostrado que este medicamento reduce significativamente el riesgo de problemas cardiovasculares graves, lo que lo posiciona como una solución para personas con obesidad o diabetes tipo 2.
Efectos secundarios
Uno de los efectos secundarios más comunes del uso de Ozempic es la aparición de problemas gastrointestinales. Entre ellos se encuentran náuseas, vómitos, diarrea y estreñimiento. Otro efecto secundario es la pérdida de masa muscular. Algunos estudios recientes han sugerido que la pérdida de peso inducida por Ozempic no solo afecta la grasa corporal, sino también el tejido muscular. Aunque menos comunes, se han reportado otros efectos secundarios, como pancreatitis, hipoglucemia (especialmente si se combina con otros medicamentos para la diabetes) y posibles riesgos cardiovasculares en ciertas poblaciones.
Efectos más allá de la diabetes
Estos medicamentos actúan sobre los centros del cerebro responsables de la saciedad, lo que explicaría su eficacia no solo para controlar el apetito, sino también para reducir los impulsos relacionados con el consumo de alcohol. Aunque el estudio no establece una relación causal directa, los hallazgos apuntan a una posible revolución en el manejo de trastornos adictivos.
Los investigadores también destacan que la semaglutida podría disminuir el riesgo de suicidio en pacientes con trastorno por consumo de alcohol. Además, el análisis muestra que ambos fármacos superaran a tratamientos estándar como naltrexona, disulfiram y acamprosato en la reducción de hospitalizaciones.
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