Los bebés cuyas madres con bajos ingresos recibieron una importante ayuda monetaria mensual tenían más actividad cerebral asociada al pensamiento y el aprendizaje al cabo de un año, según un riguroso estudio aleatorio realizado en Estados Unidos.
El artículo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, describe los primeros resultados del importante estudio que analiza cómo la reducción de la pobreza puede afectar al comportamiento cognitivo.
Los ingresos familiares se han relacionado con el desarrollo infantil en numerosas ocasiones en estudios de observación, pero esta es la primera vez que los investigadores encuentran pruebas experimentales directas de cómo la pobreza impulsa esos cambios.
“Hace muchos años que sabemos que crecer en la pobreza pone a los niños en riesgo de tener un menor rendimiento escolar, menores ingresos y peor salud”, dijo a la AFP Kimberly Noble, la autora principal del estudio y neurocientífica de la Universidad de Columbia.
Reducción de pobreza cambiaría el desarrollo del cerebro de los niños
Hasta ahora, sin embargo, se desconocía si esta diferencia provenía de la propia falta de recursos económicos o de otros factores comúnmente asociados a la pobreza.
“Este es el primer estudio que muestra que la reducción de la pobreza cambia el desarrollo del cerebro de los niños”, dijo Noble.
En 2018, Noble y su equipo comenzaron a reclutar a 1.000 madres de bajos ingresos y sus bebés recién nacidos de las salas de maternidad de cuatro grandes ciudades de Estados Unidos para el ensayo de control aleatorio “Baby’s First Years” (“Los primeros años del bebé”).
Asignaron a algunas de las mujeres a recibir un estipendio mensual nominal de 20 dólares, mientras que otras recibieron la suma mayor de 333 dólares.
Para las madres del estudio, que declararon unos ingresos anuales medios de algo más de 20.000 dólares, el regalo más cuantioso correspondía a un aumento del 20 por ciento.
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