Después de pasar décadas buscando pruebas de un raro fenómeno marino llamado “mares lechosos”, conocido también como mar de ardora, Steven Miller,un científico atmosférico de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, finalmente pudo ver fotos en persona del evento. Y es que, hasta hace poco, Miller solo la había podido estudiar el fenómeno basándose en una combinación de imágenes de satélite y la tradición marítima.
Ahora, el misterioso océano blanco, descrita durante siglos por muy pocos marineros que han tenido la fortuna de navegar por aguas nocturnas “sobrenaturales”, ha sido avistada por la tripulación de un yate en 2019, quienes inicialmente no tenía ni idea de con qué se habían topado. El raro avistamiento ha sido ahora formalmente documentada. Los resultados del nuevo estudio han sido publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Mar lechoso, lácteo o mar de ardora
Se cree que los mares de ardora, el término técnico con el que se designan los mares luminosos o fosforescentes, son provocados por bacterias bioluminiscentes llamadas Vibrio harveyi, que se comunican entre sí, posiblemente en respuesta a cambios en las corrientes oceánicas impulsados por las condiciones atmosféricas.
Según reportan medios, cuando la tripulación que avistó el fenómeno sacó un cubo de agua de mar, vio motas de luz que brillaban constantemente, en lugar de luces centelleantes o parpadeantes, lo que sugiere que el efecto se debe a bacterias y no a protistas como los que causan las mareas rojas.
Fenómeno increíblemente raro
“Diría que solo hay un puñado de personas vivas que han visto uno. No son muy comunes –tal vez uno o dos al año en todo el mundo– y no suelen estar cerca de la costa, por lo que hay que estar en el lugar adecuado en el momento adecuado”, afirma Steven Miller a The Guardian.
En el verano de 2019, los miembros de la tripulación del superyate Ganesha estaban mirando hacia el mar cuando notaron que el mar se había vuelto blanco, casi hasta el punto de que parecía que estaban navegando a través de la nieve.
“Tanto el color como la intensidad del resplandor eran parecidos a los de las estrellas/pegatinas que brillan en la oscuridad, o a los de algunos relojes que tienen partes brillantes en las manecillas… un resplandor muy suave que era delicado para los ojos”, describió un miembro de la tripulación.
Según reporta The Guardian, entre finales de julio y principios de septiembre de 2019, los satélites de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos captaron lo que Miller pensó que podría ser un evento bioluminiscente al sur de Java (Indonesia), que se extendía por más de 100.000 kilómetros cuadrados. En 2021, Miller publicó imágenes del evento en Nature Scientific Reports.
Ahora, la cobertura mediática de esta investigación hizo que Naomi McKinnon, miembro de la tripulación del Ganesha, se pusiera en contacto con Miller y le describiera los sucesos que experimentaron en 2019. El resto ahora es historia.
Preguntas persistentes sobre los mares lechosos
Como es de suponer, el hecho de que hasta ahora se haya podido confirmar este fenómeno de manera directa significa que aún no se ha resuelto del todo la causa del brillo blanco que aparentemente se comporta de forma opuesta a otras bioluminiscencias. Así, algunas explicaciones actuales incluyen la predicción de que la especie de fitoplancton puede tener una pared celular de calcio, lo que significa que el brillo parece más pálido.
Miller tiene ahora la esperanza de que estas preguntas persistentes sobre los mares lechosos puedan ser respondidas en el futuro a través de una combinación de datos satelitales y una exploración personal específica, informa The Guardian.
“El mar lechoso de Java de 2019 pareció durar al menos 45 noches, lo que sugiere que estas cosas no son solo un evento de una noche en la oscuridad, lo que haría casi imposible llegar a uno a tiempo. Hemos comprobado que cuando estas grandes se instalan, permanecen hasta varias semanas, si no un par de meses”, explica Miller al medio británico.
En cualquier caso, esta confirmación de que los mares lechosos pueden ser captados por las imágenes de satélite significa que estudiarlos y desentrañar sus misterios será más fácil en el futuro.
Editado por Felipe Espinosa Wang.
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