Un grupo multidisciplinario de científicos ubicaron un aumento inesperado en los niveles de hollín en los núcleos de hielo de la isla James Ross en la Antártida.
Podríamos pensar que la contaminación de los mares es un problema reciente a causa de la industrialización y el derrame de residuos tóxicos de fábricas. Sin embargo, un reciente estudio acaba de revelar que los humanos contribuyen a la contaminación del planeta desde hace 700 años.
Joe McConnell, Nathan Chellman y Robert Mulvaney descubrieron algo inesperado mientras hacían labores de investigación científica en los núcleos de hielo de la isla James Ross en la Antártida. Lo que encontraron fue un aumento inesperado en los niveles de hollín. Lo más sorprendente es que lo anterior comenzó alrededor del año 1300 y continuó hasta nuestros días.
En colaboración con un equipo de científicos del Reino Unido, Austria, Noruega, Alemania, Australia, Argentina y los EE.UU., McConnell, Chellman y Mulvaney se dieron a la tarea de descubrir los orígenes de ese extraño aumento de hollín (o carbono negro) en los hielos antárticos.
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