Por Flor Cárdenas
¡Felicidades, México! Una vez más, nos posicionamos en los primeros lugares, pero no precisamente en algo de lo que podamos enorgullecernos.
La obesidad sigue siendo el principal problema de salud en el país, afectando al 36.9% de los adultos, y se proyecta que para 2030 esta cifra alcance el 45%.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018), el 75.2% de los adultos mexicanos presenta sobrepeso u obesidad. En los niños de 5 a 11 años, la situación no es mejor: el 35.6% enfrenta estas condiciones.
![](https://www.elobservadormexico.com/wp-content/uploads/2025/01/Screenshot-2025-01-08-at-09-08-24-Imagen_1.jpg-JPEG-Imagen-690-×-372-pixeles.png)
![](https://www.elobservadormexico.com/wp-content/uploads/2025/01/Diseno-sin-titulo31-1024x576.png)
Pero no se preocupen, que las autoridades ya están tomando cartas en el asunto. A partir de marzo de 2025, la Secretaría de Educación Pública prohibirá la venta de comida chatarra en las escuelas. Porque, claro, eliminar los antojitos en los recreos solucionará décadas de malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
Mientras tanto, la industria de alimentos ultraprocesados sigue floreciendo, y los mexicanos continúan eligiendo la dieta de la comodidad: alta en azúcares, grasas y sodio. Después de todo, ¿quién necesita frutas y verduras cuando se tiene acceso ilimitado a refrescos y botanas?
En resumen, México sigue avanzando… pero en la dirección equivocada. La obesidad no solo afecta la salud de la población, sino que también representa una carga económica significativa, estimada en aproximadamente el 6% del PIB.
Quizás sea hora de replantearnos nuestras prioridades y, en lugar de celebrar estos “logros”, comenzar a tomar decisiones más saludables. O, quién sabe, tal vez estemos compitiendo por el primer lugar mundial en obesidad. ¡Vamos por ese oro!
Siguenos en Redes