El número de casos confirmados en México aumentó un 186% la semana pasada pero tanto el presidente como otras autoridades federales y de Ciudad de México insisten en que no hay que alarmarse porque las hospitalizaciones y las muertes no han aumentado al mismo ritmo. Además, llevan días subrayando la importancia de que todo aquel que no se haya vacunado lo haga, ya que es clave para que los efectos de la enfermedad sean menos severos.
“El 70% quizás más, de los hospitalizados y de los fallecimientos son los no vacunados”, dijo el lunes López Obrador.
El 88% de los adultos mexicanos ya están inmunizados y las autoridades están acelerando ahora la aplicación de la dosis de refuerzo. No obstante, los expertos recordaron que tanto la ocupación hospitalaria como los fallecimientos son dos indicadores que pueden no aparecer durante semanas y recién detectarse después del pico de infecciones.
López Obrador procedió a leer durante su conferencia de prensa matutina un hilo de Twitter de un colaborador de la Jornada -un periódico afín al gobierno- haciendo suyos los consejos del twittero que incluían el indicar que la variante ómicron solo provoca un “covidcito”.
“O sea -agregó el mandatario- que no tiene la potencia que tenía la variante delta”. También recomendó a las personas con síntomas que se queden en casa, tomar paracetamol y aislarse en lugar de salir y tratar de hacerse una prueba. No obstante, reconoció que el lunes él había amanecido ronco y que se realizaría un test. “Pero yo creo que es gripe”, indicó.
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