El expresidente Donald Trump volvió a arremeter este sábado contra los inmigrantes, calificándolos de ‘violentos’, y sugirió que deberían tener su propia liga de lucha, similar a la UFC, la reconocida organización de artes marciales mixtas en Estados Unidos.
Ante una multitud en Filadelfia, Pensilvania, el republicano afirmó que había propuesto a su amigo Dana White, presidente de la UFC (Ultimate Fighting Championship), la creación de una competencia exclusiva para inmigrantes, la cual, según Trump, generaría “mucho dinero”.
“Vas a iniciar una nueva liga de lucha solo para migrantes… y al final del año, el campeón migrante peleará contra tu campeón (de la UFC), y odio decirte, Dana, que creo que el migrante va a ganar. Así de duros son”, comentó Trump, reiterando su retórica de que los inmigrantes recién llegados son violentos.
Como en otros mítines, se refirió a la mayoría de los migrantes como “traficantes de drogas, pandilleros y asesinos”.
El republicano volvió a utilizar varios casos en los que los sospechosos acusados son extranjeros como herramienta política.
Mencionó el asesinato esta semana de Jocelyn Nungaray, de 12 años, en Houston, Texas, por el que fueron arrestados y acusados dos venezolanos que ingresaron recientemente al país.
“Cruzaron nuestra frontera alegando que temían por sus vidas en Venezuela, pero ya saben, la delincuencia en Venezuela ha bajado… porque se han traído a todos los delincuentes (a Estados Unidos)”, especuló Trump.
El expresidente también mencionó el arresto este martes de un ecuatoriano acusado de violar a una niña de 13 años en Nueva York, y los recientes cargos contra un salvadoreño por la violación y asesinato de Rachel Morin, madre de cinco hijos, ocurrido en Maryland en agosto de 2023.
Al igual que en 2016, Trump ha utilizado a los inmigrantes como parte de su estrategia para impulsar su campaña, acusándolos de ser responsables de los mayores problemas del país. Sin embargo, a diferencia de su primera campaña, la inmigración en 2024 es uno de los problemas más importantes a resolver para los votantes.
Una vez más, los acusó falsamente de ocupar los trabajos de los estadounidenses, especialmente los de los latinos y afroamericanos.
En medio de aplausos, el expresidente reiteró sus planes de “comenzar la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos” y de cerrar la frontera sur del país si es reelegido.
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