El albergue para migrantes Casa Alitas, en la frontera de Arizona (EE.UU.) y México, ha comenzado a despedir empleados y podría eliminar gran parte de sus servicios a partir del primero de abril debido a la falta de fondos federales.
Este centro asistió en 2023 a aproximadamente 195.000 migrantes.
En caso de un cierre, se estima que hasta mil migrantes podrían ser dejados diariamente a su suerte en las calles por la Patrulla Fronteriza, en el sur de Arizona.
“Estamos tratando de prepararnos y buscar hacer lo más que podamos con los recursos que tenemos, pero será muy difícil”, dijo a EFE Diego López, director del Centro de Bienvenida del Albergue Casa Alitas.
El centro, que opera dos instalaciones en la ciudad de Tucson, recibe entre 500 a 1.000 migrantes diariamente.
Casa Alitas que tiene más de una década de operaciones y se ha convertido en un modelo a seguir que asiste a migrantes a lo largo de la frontera con México.
Sin embargo, la falta de acción por parte del Congreso para aprobar más fondos ha puesto en serio riesgo la continuidad de sus servicios. “Lamentablemente ya hemos tenido que dejar ir algunos trabajadores”, dijo López.
El Condado Pima estima que el costo de operaciones del albergue Casa Alitas ha variado de 3 a 7 millones de dólares mensuales, que incluye las dos instalaciones utilizadas como albergues, uno para familias y otro para hombres que viajan solos. También una cocina, servicio de primeros auxilios y almacenamiento de comida y utensilios de primera necesidad.
En los últimos meses, el Sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, que cubre el 90 % de la frontera de Arizona con México, se ha convertido en uno de los principales puntos de cruce de migrantes en la frontera sur.
Adelita Grijalva, supervisora del Condado Pima, manifestó a EFE su preocupación por lo que podría ser una crisis humanitaria en las calles y en las estaciones de autobuses.
“Lamentablemente, el condado no tiene los recursos para asistir a los migrantes”, dijo Grijalva.
El condado indicó que si no se aprueban más fondos federales a partir del próximo 1 de abril, el albergue de Alitas cerrará por lo menos la instalación para hombres que viajan solos y serán despedidos entre 30 y 50 trabajadores del centro.
Mientras tanto, la Diócesis Católica de Tucson lanzó una campaña en las redes sociales pidiendo donaciones a la comunidad para que el albergue pueda seguir operando.
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