Hermosillo Recientes Drogadicción, segundo problema que más preocupa a hermosillenses Por Flor Cardenas Publicado agosto 7, 2018 8 Minutos 0 0 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Google+ Compartir en Reddit Compartir en Pinterest Compartir en Linkedin Compartir en Tumblr Drogadicción, segundo problema que más preocupa a hermosillenses Drogadicción, segundo problema que más preocupa a hermosillenses HERMOSILLO, Sonora.- Después de la inseguridad, es la drogadicción el segundo problema que más preocupa a los hermosillenses, dato revelado por la Encuesta de Percepción Ciudadana realizada por la organización Hermosillo, ¿Cómo Vamos? De acuerdo con los resultados de esta consulta pública, a 20 de cada 100 capitalinos les intranquiliza el consumo de drogas, especialmente en jóvenes, asunto que relacionan con la situación de inseguridad en la ciudad. “Para poner en contexto, esta misma encuesta se aplica también en Ciudad Juárez y el problema de drogadicción está en cuarto o quinto lugar, entonces sí habla de una importancia relevante que le dan los hermosillenses a esta problemática”, mencionó Ernesto Urbina Miranda. El director general de Hermosillo, ¿Cómo Vamos?, manifestó que si el consumo de drogas y sus efectos lastiman a los ciudadanos de manera directa, también les “pega” en su entorno y a sus familias. “El problema más grave sigue siendo la inseguridad, pero la drogadicción sigue en el segundo puesto con el 9.5% de las menciones, es decir, para los hermosillenses es una problemática importante dentro de su grupo familiar”, citó. Y no es para menos, declaró, ya que según información de la Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi, cinco de cada 10 hermosillenses han presenciado la venta o consumo de drogas. Urbina Miranda expuso que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol y Tabaco (Encodat) 2016-2017, la incidencia de uso de drogas en la población sonorense entre 12 a 65 años es de 10.9%. Es decir, agregó, que once de cada 100 sonorenses han consumido alguna droga algunas vez en su vida, de los cuales el 9.4% consumió mariguana, el 4.3% cocaína y el 1.4% anfetaminas, como el “crystal”. De acuerdo con un cuestionario aplicado a 3 mil 51 estudiantes de educación secundaria por personal de la asociación civil Amor y Convicción, que busca incidir en la disminución del consumo de drogas, el 15.8% de los estudiantes en este nivel está en riesgo de probar alguna droga. Pero el dato que más alarma a los integrantes de la organización es que el 45% de los muchachos entrevistados ha consumido o consume algún tipo de droga actualmente. La edad promedio del consumo experimental de los jóvenes en Hermosillo es de 14 años, según la encuesta, mientras que las sustancias más consumidas son las legales, como el alcohol y el tabaco, pero en tercer sitio se encuentra la mariguana: 22 de cada 100 adolescentes dijeron haber probado o consumir esta droga. SUFRE MAMÁ POR SU HIJO Durante más de 15 años doña “Licha” fue una víctima más de las drogas, debido al “crystal” que su hijo consumió durante todo ese tiempo, el cual lo llevó a cometer actos de agresión constantemente en contra de su madre. A sus 62 años de edad, la señora debe trabajar para llevar el sustento a su pequeña casa ubicada al Norte de la ciudad, donde durante muchos años compartió techo con uno de sus hijos, “El Fito”, quien la mayor parte del día dormía y por las noches se “revitalizaba”. Pero hace alrededor de dos años que ya no sabe nada de él, dijo, ya que un día decidió irse a vagar por la ciudad y no regresó. “Pues él estaba enfermito porque se metía el ‘crystal’ y pues qué iba a ser si era mi hijo… ya los vecinos no lo aguantaban tampoco, ellos me defendían, pero él lo único que quería era que le diera dinero, por eso tenía que trabajar… ya no puedo”, dijo. Visiblemente maltratada por la vida, doña “Licha” platicó que a ninguno de sus hijos les gustó estudiar y que “El Fito” se dedicaba a la recolección de material para reciclar, hasta que su adicción le ganó a su voluntad y fue ahí cuando se dio cuenta que lo había perdido. “Yo a mi hijo lo perdí por las drogas y con eso me llevó entre las ‘patas’ a mí”, contó, “muchas veces quería que se fuera, pero es mi hijo, ahora tengo más de 2 años que no sé de él, dicen que lo han visto por ahí, pero quién sabe”. Tomado de el Imparcial
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