Un análisis realizado por el Departamento de Urología, en el Centro Oncológico Integral de la Universidad Médica de Viena, demostró que que tacto rectal no es tan efectivo para la detección temprana del cáncer de próstata.
¿Qué se busca en el tacto rectal?
En un examen de rutina con el urólogo, suelen revisar la próstata de los hombres para detectar si el paciente tiene cáncer, debido a que la detección temprana es clave para evitar que se propague.
Los hombres, suelen presentar este tipo de padecimiento cerca de los 50 años, por lo cual, los médicos optan por realizar un tacto rectal con el objetivo de encontrar alguna anomalía en el tamaño o forma de la próstata.
Para ello, utilizan un guante lubricado e introducen un dedo en el recto del hombre para hacer la exploración, lo cual genera cierta incomodidad, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
El tacto rectal no es tan eficaz como se pensaba
A pesar de ello, los expertos de Austria realizaron un estudio en el que compararon la eficacia del tacto rectal y de la prueba de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés).
Luego de analizar los datos, encontraron que el tacto rectal “para la detección del cáncer de próstata no es particularmente impresionante” e incluso explicaron que éste podría no ser necesario en un examen de rutina.
Pues tuvo un valor diagnóstico notablemente bajo, en especial cuando no se tienen síntomas, además de ello, este examen tiene limitantes, las cuales comienzan con la poca disponibilidad que tienen los hombres para acceder al tacto rectal.
También influyen las características físicas del médico, en cuanto si tiene el dedo más corto; además, este examen solo permite explorar la región periférica de la próstata, en donde se originan tres cuartas partes de los cánceres, pero no todos.
Claudio Martínez-Ballesteros, urólogo del Lyx Instituto de Urología y del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, explica que no todas las patologías comienzan en esta zona y algunos de los cánceres no son palpables, en entrevista con el diario El Español.
A esto se suma que con el tacto rectal se suelen detectar cánceres que ya están avanzados. Así, los expertos de Viena encontraron que el análisis demostró tener un “rendimiento de moderado a pobre”.
¡Adiós al tacto, hola a la prueba de antígenos!
En contraste con esta prueba, la PSA demostró ser más eficaz. Con esta, solo se toma sangre de los pacientes y se busca la presencia de células malignas cancerígenas, procedimiento que elevó la detección temprana del cáncer de próstata.
Lo anterior, ya había sido corroborado por algunas otras investigaciones científicas, tal como un estudio que se publicó en la revista International Journal of Cancer, en donde encontraron que la PSA detecta hasta cuatro veces más cánceres de próstata que el tacto rectal.
“Nuestros datos sugieren que la combinación de tacto rectal y antígenos para el cribado del cáncer no tiene un beneficio significativo”, por lo cual, el incómodo estudio podría omitirse.
Además, los expertos sugieren realizar una resonancia magnética para obtener imágenes más precisas junto a la PSA, en lugar del tacto rectal, como se hace actualmente.
“Los hallazgos colectivos de los estudios incluidos sugieren que, en ausencia de síntomas y signos clínicos, el tacto rectal podría omitirse potencialmente”, compartieron los expertos.
¿A qué edad se debe visitar el urólogo?
Aunque los CDC señalan que el Grupo de Trabajo Sobre Servicios Preventivos de Estados Unidos no recomienda hacer el tacto rectal, en México es una práctica común, pero aunque es incómoda, se recomienda acudir a una revisión de rutina.
José Luis Carazo, urólogo del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, explica que la primera visita al urólogo está recomendada a partir de los 40 años, ya que a esta edad comienzan los problemas en el aparato genito-urinario masculino, en entrevista con el portal Cuídate Plus.
Es importante que tengas en cuenta que los estudios son relevantes debido a que la mayoría de los hombres no presentan síntomas al tener cáncer de próstata y llegan a variar, pero algunos de ellos son:
Dificultad para comenzar a orinar
Flujo de orina débil o interrumpido
Micción con frecuencia, especialmente por la noche
Dificultad para vaciar la vejiga por completo
Dolor o ardor al orinar
Sangre en la orina o el semen
Dolor persistente en la espalda, las caderas o la pelvis
Dolor al eyacular
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