En una confesión hecha al Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), el homicida reveló que primero mató al bebé clavándole un arpón en el corazón.
Posteriormente apuñaló a su hija, quien no murió inmediatamente, por lo que le clavó el arpón en reiteradas ocasiones. Taylor abandonó los cuerpos de sus hijos en un rancho ubicado en Rosarito, Baja California.
El hombre, quien fue detenido cuando intentaba regresar a Estados Unidos por el cruce de San Ysidro, también narró que recibió “señales” que lo llevaron a pensar que su esposa y sus hijos estaban poseídos.
“Explicó que él había sido ilustrado por teorías de la conspiración de QAnon y los Iluminati y que estaba recibiendo visiones y señales que le revelaban que su esposa, A.C., poseía un ADN de serpiente y se lo pasó a sus hijos. Taylor dijo que él estaba salvando al mundo de monstruos”, señala la declaración jurada elaborada por la gente del FBI, Jennifer Bannon.
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