En un país donde diariamente son asesinadas 10 mujeres en promedio, la noticia de un nuevo crimen lastima a la sociedad que exige justicia para las víctimas. Cada nuevo caso demuestra que la violencia de género no hace distinción de edad, posición social o cualquier otro rasgo. Tal es el caso del feminicidio de la señora María Trinidad Reyes Islas, quien tenía 76 años y fue abusada sexualmente y después asesinada dentro de su propia casa, ubicada en en la localidad de Tlahuelompa municipio de Zacualtipán, Hidalgo.
De acuerdo a medios locales, la mujer fue encontrada por uno de sus sobrinos dentro de su hogar, aún estaba con vida, agonizaba debido a la agresión sufrida. Fue llevada al Hospital de Zacualtipán, donde determinaron trasladarla al Hospital General de Pachuca, donde murió más de 24 horas después de que ingresara. La septuagenaria presentaba fuertes golpes en la cabeza, los cuales dañaron su cráneo y su rostro, de tal manera que los médicos dijeron que si lograba sobrevivir, tendría daños permanentes.
Doña Trini, como era conocida, se dedicaba a vender huevos de las aves de postura que poseía, también bordaba servilletas y las ofrecía junto a los otros productos, era muy conocida en su comunidad, pues allí vivió sus más de siete décadas. Aunque no se sabe si su feminicidio fue un ataque directo, pues las investigaciones continúan, testigos dijeron que le habían robado cosas.
Al igual que los homicidios de otras 17 mujeres ocurridos en la entidad, el de María Trinidad se está investigando bajo los protocolos de feminicidio, según dio a conocer la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH).
Huber Francisco Grez Leyva, delegado de Tlahuelompa, ha alzado la voz para exigir justicia por este crimen, junto a otros habitantes de la comunidad. Él también dio a conocer algunos detalles del caso, explicó que sí se ensañaron mucho, agregó que fue un acto muy cruel que “Solo un enfermo sería capaz de hacer”. Agregó que luchó mucho por su vida y resistió demasiado.
María Trinidad fue despedida el martes 7 de febrero, decenas de habitantes le dieron el último adiós, la mayoría llevaban globos blancos. Los que todos los asistentes llevaron era la petición de justicia para la mujer de 76 años, a quien describieron como una persona tranquila.
Debido a que la mujer no tiene redes familiares, salvo el sobrino que la encontró, la comunidad teme que el crimen quede impune, por eso han llamado a unirse y exigir justicia. El delegado llamó a realizar una movilización pacífica la mañana de este jueves 9 de febrero.
Grez Leyva indicó que desde hace 30 años no se registraba un crimen tan brutal en la comunidad. Como él fue personalmente al domicilio de la víctima, dijo que el responsable del feminicidio era una persona con “mucho odio”.
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