Debido a las temperaturas que han ido aumentando en el Ártico, ha provocado el derretimiento del una capa congelada bajo la tierra llamada permafrost en la región donde se encontraba un virus que permaneció inactivo durante miles de años y podría poner en peligro a los animales y humanos.
Los científicos advierte de una posible pandemia por una enfermedad de hace siglos. “Están sucediendo muchas cosas con el permafrost que preocupan, y esto demuestra por qué es muy importante que mantengamos la mayor cantidad posible de permafrost congelado”, mencionó Kimberley Miner, científica climática del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena.
El permafrost sirve como una especie de “cápsula de tiempo” que conserva, además de virus antiguos, también restos momificados de varios animales extintos que los científicos han podido desenterrar y estudiar.
Para comprender los riesgos de los virus congelados, Jean-Michel Claverie, profesor emérito de medicina y genómica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Aix-Marseille en Marsella, Francia, analizó muestras de tierra tomadas del permafrost siberiano y está en lo que describe como “virus zombie”, de los cuales ya ha encontrado algunos.
El profesor Jean-Michel Claverie, estudia un tipo particular de virus que se descubrió por primera vez en el año 2003. Conocidos como “virus gigantes”, son mucho más grandes que la variedad típica, y son visibles con un microscopio de luz normal, en lugar de un microscopio electrónico más potente.
En el 2014, se logró revivir un virus que él y su equipo aislaron del permafrost, volviéndolo infeccioso al insertarlo en células cultivadas.
Se percataron que podía infectar células ameba cultivadas, la cepa más antigua de estos virus tenía casi 48 mil 500 años y a pesar del tiempo, aún se considera peligrosa para los seres vivos.
Los científicos han advertido que el deshielo del permafrost, debido al cambio climático, podría representar una nueva amenaza a la raza humana.
El profesor Jean-Michel Claverie, aseguró que teme que la gente considere su investigación como una curiosidad científica y no se percate de la posibilidad de que los virus del permafrost vuelvan a “revivir” como una nueva pandemia.
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