Al menos 1.450 bomberos griegos estaban luchando contra el fuego junto con 15 aviones, y varios refuerzos que llegaban también desde otros países, según el servicio de Bomberos.
El fuego devastó grandes extensiones de tierra en la isla de Evia, la segunda más grande del país, donde cientos de personas tuvieron que ser evacuadas en ferris y muchos lugareños se unieron a los bomberos para combatir las llamas, que amenazaron a ciudades enteras y aislaron la parte norte de la isla.
Otros incendios peligrosos se desataron en la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, cerca de la antigua Olimpia, así como en Fócida, en la región central, al norte de Atenas.
“Verano de pesadilla”
El primer ministro del país, Kyriakos Mitsotakis, declaró este sábado que asegurar la ayuda para todos los afectados por los incendios forestales será su “primera prioridad política”.
“Cuando termine este verano de pesadilla, centraremos toda nuestra atención en reparar el daño lo más rápido posible y en restaurar nuestro entorno natural nuevamente”, prometió, para recalcar que la prioridad del Gobierno ha sido “ante todo, proteger vidas humanas”.
Eleni Drakoulakou, la vicealcaldesa de Mani Oriental, un municipio de Peloponeso, pidió en declaraciones a la emisora estatal ERT más aviones que arrojen agua, estimando que el fuego había destruido alrededor del 70 % de su área y comparando lo que está sucediendo con “una catástrofe bíblica”, recogen AP.
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