Mario Vargas Llosa, uno de los escritores más influyentes de la literatura hispanoamericana, murió este domingo 13 de abril a los 89 años, según informó su familia a través de un comunicado.
El autor falleció rodeado de sus seres queridos y en un ambiente de paz, cerrando una trayectoria marcada por su profunda dedicación a las letras y su legado literario de alcance global.
El anuncio fue firmado por sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana Vargas Llosa, quienes expresaron que su padre vivió una existencia “larga, múltiple y fructífera”. Aunque lamentaron su partida, señalaron que encuentran consuelo en la obra que deja para lectores de todo el mundo.
En respeto a su voluntad, no se llevará a cabo ninguna ceremonia pública. Sus restos serán incinerados, siguiendo sus instrucciones previas.
“Procederemos en las próximas horas y días, de acuerdo con sus instrucciones, no tendrá lugar ninguna ceremonia pública, nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y privacidad para despedirlo en familia y en compañía de sus amigos cercanos”,
se lee en el texto.
Nacido en Arequipa, Perú, en 1936, Mario Vargas Llosa fue una figura central del “Boom Latinoamericano”, junto a autores como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes. Su narrativa exploró con profundidad las tensiones sociales, políticas y morales de América Latina, consolidando su posición como una voz crítica y comprometida.
Entre sus novelas más reconocidas destacan La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en La Catedral y La fiesta del Chivo, obras que reflejan tanto su virtuosismo estilístico como su análisis político y humano.
Su consagración llegó en 2010, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura. En su discurso en Estocolmo, defendió el valor de la literatura como herramienta de libertad y como espacio para imaginar un mundo mejor, principios que guiaron tanto su obra como su pensamiento.
Hasta el momento, no se tiene conocimiento de cuáles serán los homenajes que se realizarán para honrar el legado de Mario Vargas Llosa.
Vargas Llosa deja un vacío inmenso en la literatura, pero también una obra perdurable que seguirá inspirando a nuevas generaciones.
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