Un equipo internacional de científicos ha observado por primera vez cómo un exoplaneta ha sido deformado por la fuerza de su estrella anfitriona, un efecto conocido como ‘balón de rugby’ del que, hasta ahora, los astrónomos solo habían teorizado.
Los resultados de este trabajo, en el que han participado investigadores del Centro de Astrobiología (CAB), se publican este martes (11.01.2022) en la revista Astronomy & Astrophysics.
Potentes fuerzas de marea
Los datos, proporcionados por la misión CHEOPS de la Agencia Espacial Europea (ESA), revelan que el exoplaneta WASP-103b ha sido deformado por las potentes fuerzas de marea entre el planeta y su estrella anfitriona, WASP-103, más caliente y más grande que nuestro Sol.
“Este exoplaneta tarda menos de un día en dar la vuelta a su estrella y su forma es más parecida a la de un balón de rugby que a la de una esfera”, dice Jorge Lillo-Box, investigador del Centro de Astrobiología y coautor del estudio.
El fenómeno no es extraño. En la Tierra, por ejemplo, se producen las mareas de los océanos, resultado de la influencia de la Luna que ‘tira’ ligeramente de nuestro planeta mientras nos orbita.
El Sol también tiene un efecto, pequeño pero significativo, sobre las mareas, pero está demasiado lejos de la Tierra como para causar grandes deformaciones.
En este caso, la estrella alrededor de la cual gira el exoplaneta, denominada WASP103, en la constelación de Hércules, tiene una temperatura similar y es unas 1,7 veces más grande que nuestro Sol.
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