El 98 % de las estrellas del Universo acaban siendo enanas blancas, incluido nuestro propio Sol. Estos remanentes estelares son considerados estrellas inertes y quemadas –por lo menos hasta ahora– que se enfrían lentamente y en las que la fusión nuclear se ha detenido.
Ahora, científicos han descubierto que las enanas blancas pueden envejecer mucho más lentamente al quemar hidrógeno en su superficie en las etapas finales de su vida, lo que las haría parecer más jóvenes de lo que son en realidad.
Este descubrimiento, que utilizó nuevas pruebas del telescopio espacial Hubble de la NASA y que fue publicado en Nature Astronomy, podría tener consecuencias en la forma en que los astrónomos miden la edad de los cúmulos estelares, que contienen las estrellas más antiguas conocidas en el universo, según un comunicado de prensa de la NASA.
Además, el estudio de estas etapas de enfriamiento ayudaría a los astrónomos a comprender no solo las enanas blancas, sino también sus etapas anteriores: saber cómo evolucionan estas podría ayudar a predecir el fin del Universo, según reporta ScienceAlert.
“Hemos encontrado la primera evidencia observacional de que las enanas blancas pueden seguir experimentando una actividad termonuclear estable. Esto ha sido toda una sorpresa, ya que contradice lo que se cree habitualmente”, dijo el autor principal del estudio, Jianxing Chen, de la Universidad de Bolonia y del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia.
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