Hace unos 3.700 millones de años, el cráter Jezero de Marte era un tranquilo lago alimentado por un pequeño río que, tras un repentino cambio del clima, empezó a sufrir inundaciones súbitas y enérgicas que arrastraron grandes rocas desde decenas de kilómetros río arriba hasta el lecho del lago, donde aún permanecen.
Incorporado en el mástil del robot de la Nasa, la Supercam permitió observar en el suelo del planeta rojo el entorno del cráter Jezero y transmitir por satélite una base de imágenes. Estas primeras fotografías en alta resolución confirmaron lo observado desde la órbita.
Es decir, en el cráter, de unos 35 kilómetros de diámetro, hubo un lago cerrado, alimentado por la desembocadura de un río, hace unos 3.600 o 3.000 años.
Lugar de aterrizaje del Perseverance
El cráter, que fue escogido como lugar de aterrizaje del rover después de que las imágenes de satélite mostrasen que este lugar era parecido a los deltas de los ríos en la Tierra, acaba de ser estudiado y las conclusiones se publican este jueves (07.10.2021) en la revista Science.
El estudio ha sido liderado por científicos de la NASA y del CNRS francés, y ha contado con la participación del investigador del Instituto de Geociencias (IGEO) Jesús Martinez-Frias.
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