Un estudio publicado en la revista ‘”Education Science” encuentra indicios de que prohibir dispositivos en las aulas da buen resultado.
Al parecer, se aprende mejor sin un teléfono inteligente: según un estudio, la prohibición de los teléfonos inteligentes en las escuelas tiene efectos positivos mensurables en niños y jóvenes. Sobre todo aumenta el bienestar social de los estudiantes y, en menor medida, su rendimiento académico, afirmaron el miércoles científicos de la Cátedra de Educación Escolar de la Universidad de Augsburgo. El estudio general fue publicado en la revista “Education Science”.
Los autores examinaron estudios de Noruega, España, la República Checa, Inglaterra y Suecia sobre el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas y obtuvieron un resultado claro: las experiencias de muchos profesores se confirmaron, afirmó el asistente de investigación de la cátedra Tobias Böttger.
Hacen falta más estudios
“El smartphone en el bolsillo o sobre la mesa puede impedir los procesos educativos y de aprendizaje. Además, los teléfonos inteligentes empeoran el clima social en las escuelas al alimentar conflictos interpersonales”.
Sin embargo, Tobias Böttger y el profesor de educación escolar Klaus Zierer no ven la prohibición de los teléfonos inteligentes como una panacea. “Es importante que los niños y jóvenes aprendan a utilizar esta tecnología de manera responsable”. Por lo tanto, es necesario animar a los jóvenes a desarrollar habilidades mediáticas, afirmó Zierer. El objetivo debe ser promover el uso responsable de los teléfonos inteligentes y al mismo tiempo minimizar sus efectos negativos, afirmó Böttger. Pero se necesita más investigación.
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