La reforma, impulsada por la Secretaría del Trabajo, pretende otorgar seguridad social y beneficios a estos trabajadores, pero para muchos, implica también la pérdida de su autonomía laboral.
Cientos de repartidores por aplicación tomaron este miércoles las calles de la Ciudad de México para llegar a la Cámara de Diputados y manifestar su rechazo a la propuesta de reforma que busca regularizarlos como trabajadores con prestaciones laborales.
La reforma, impulsada por la Secretaría del Trabajo, pretende otorgar seguridad social y beneficios a estos trabajadores, pero para muchos, implica también la pérdida de su autonomía laboral.
Rechazo a un horario fijo y a más impuestos
Varios repartidores expresaron su inconformidad, argumentando que la iniciativa les quitaría la libertad de manejar sus horarios y aumentaría su carga tributaria.
Héctor Padilla Zamora, de 37 años, quien trabaja como carpintero y reparte en sus tiempos libres, señaló que la reforma los obligaría a cumplir un horario y percibir un salario fijo, lo cual limitaría la flexibilidad que tienen actualmente para realizar otros trabajos o estudios.
“Nosotros trabajamos cuando podemos o queremos. Esto es para tener una entrada extra sin afectar nuestras demás responsabilidades. Tener un horario fijo sería un problema para muchos de nosotros”, comentó.
Antonio Flores, otro repartidor, propuso que se implemente un esquema dual, permitiendo que los trabajadores elijan si quieren registrarse para recibir seguridad social o continuar de manera independiente.
“No estamos en contra de la seguridad social, pero queremos decidir libremente si queremos pertenecer o no”, expresó.
Libertad y autonomía
Los repartidores se dirigieron a la Cámara de Diputados en caravana desde el Archivo General de la Nación, y a lo largo del recorrido exhibieron pancartas con mensajes como: “¡No te metas con mis ganancias!” y “¡Regúlame esta!”. Su objetivo es ser recibidos por una comisión legislativa para exponer sus inquietudes ante el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal.
Entre las preocupaciones, además de los horarios, los manifestantes temen que se les impongan más impuestos y que los costos de seguridad social recaigan sobre ellos.
Un repartidor y estudiante de Derecho expresó que, aunque él y otros pagan su propio seguro médico, están en contra de que se les cobre por servicios adicionales que no solicitan, argumentando que ya cubren sus impuestos y, en algunos casos, un impuesto a la infraestructura implementado por el gobierno local.
“Nosotros queremos trabajar para nosotros, no para un patrón. Solo pedimos respeto a nuestra libertad”, concluyeron los manifestantes.
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