El colorante E171 contiene nanopartículas de dióxido de titanio y se usa comúnmente en una amplia gama de productos de consumo, incluidos medicamentos y cosméticos. La prohibición se refiere al uso del aditivo en alimentos, donde sirve principalmente como agente blanqueador y abrillantador en dulces, chicles, salsas blancas y glaseado de pasteles.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), con sede en Italia, descubrió en mayo que existía el riesgo de que las nanopartículas pudieran dañar el ADN, y no se pudo establecer un nivel seguro para su consumo. La prohibición entrará en vigor a principios de 2022, según un comunicado de la Comisión Europea.
La organización de protección del consumidor Foodwatch, que ha estado haciendo campaña a favor de la prohibición del dióxido de titanio durante mucho tiempo, habló el viernes de un “paso en la dirección correcta”. Ahora la UE debería “revisar los más de 300 otros aditivos alimentarios aprobados en Europa” y reducir la lista, dijo el portavoz Andreas Winkler.
Por el momento, la industria farmacéutica, que también utiliza E171 en la fabricación de medicamentos, no se verá afectada por la prohibición para evitar la escasez de productos médicos. El Consejo Superior de Salud de Bélgica considera al dióxido de titanio como un “posible carcinógeno”, y Francia lo prohibió el año pasado como aditivo alimentario durante un año. (afp/dpa)
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