Nakira Griner, una mujer de 28 años de Bridgeton, ciudad de Nueva Jersey (EEUU), ha sido declarada culpable de asesinar a Daniel, su hijo pequeño, en 2019. La acusada golpeó al menor de 23 meses hasta quitarle la vida, le desmembró y quemó su cuerpo en el horno. Posteriormente, escondió los restos humanos en un bolso de su madre y en bolsas de basura en el patio trasero de su vivienda. Para tratar de encubrir el crimen, denunció que el pequeño había sido secuestrado.
Según apuntan los expertos en el caso, los informes indican que el cráneo del niño había sido fraccionado en 74 pedazos y que su cuerpo fue quemado en un horno. Giner, tras permanecer en prisión preventiva, se enfrenta a cadena perpetua sin libertad condicional, según la Oficina del Fiscal del condado Cumberland. Los hechos se remontan al 8 de febrero de hace cuatro años, cuando la mujer fingió el secuestro de su hijo, alegando que ella había sido atacada, recoge ‘Daily Express’.
Las autoridades localizaron los restos humanos del niño 12 horas después del falso secuestro
La Policía Estatal de Nueva Jersey (NJSP) y el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC), al constatarse la denuncia de la desaparición del menor, comenzaron una investigación exhaustiva. Pero menos de 12 horas después, los agentes encontraron los restos quemados del menor en el jardín de su domicilio. La autopsia determinó que el pequeño había sido golpeado hasta la muerte y Griner fue acusada.
Nakira Griner, la madre acusada, optó por ir a juicio
Las autoridades ofrecieron a la mujer un acuerdo de culpabilidad en octubre de 2019, que incluía una sentencia de prisión de 30 años, pero ella la rechazó y optó por ir a juicio, según medios locales. Tras un juicio de dos semanas, en el que la madre negó haber matado a su hijo intencionalmente, aunque sí confesó haber quemado y desmembrado su cuerpo, la deliberación del jurado ha sido rápida.
Asesinato, profanación de restos humanos, manipulación de pruebas…
Griner, que es madre de otro niño, fue condenada este jueves por asesinato, profanación de restos humanos, manipulación de pruebas, poner en peligro el bienestar de un menor y falsa alarma pública en segundo grado. La sentencia está programada para el 21 de febrero. Según las autoridades, la corta edad del bebé implicará que su madre se enfrente a cadena perpetua obligatoria sin libertad condicional.
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