El pasado verano, una intensa ola de calor que duró varios días alteró la vida normal en Pakistán, especialmente en su mayor ciudad, Karachi, donde los médicos trataron a miles de víctimas de insolación. Las temperaturas alcanzaron los 47°C en la provincia de Sindh y varias personas cayeron inconscientes en la ciudad, donde, según los medios locales, algunas murieron posteriormente.
Las autoridades de Karachi, la capital provincial, instaron a la población a permanecer en el interior, hidratarse y evitar viajes innecesarios. El clima de Pakistán se está calentando mucho más rápido que el promedio mundial, con un aumento potencial de 1,3 a 4,9 °C para la década de 2090 con respecto al período de referencia de 1986-2005, según un panel de expertos del Banco Mundial sobre cambio climático.
Y, según una nueva publicación, esto podría ser una señal de lo que está por venir. Un informe elaborado por 120 expertos mundiales destacados, publicado este miércoles, dice que las amenazas para la salud del cambio climático han alcanzado “niveles récord”.
“Con nuestros datos, con nuestra evidencia, lo que estamos viendo es que el cambio climático es un problema de salud fundamental”, dijo Marina Romanello, directora ejecutiva de ‘The Lancet Countdown’ en el University College de Londres.
“Está afectando los cimientos mismos de la buena salud, el bienestar y los medios de vida saludables. Sabemos que el cambio climático es la mayor amenaza para nuestra salud, a la que nos enfrentamos a corto y largo plazo. Por lo tanto, todo es cuestión de salud”.
Las muertes por el calor podrían superar a las relacionadas con el frío
El octavo informe anual de indicadores de ‘The Lancet Countdown’ concluyó que las muertes relacionadas con el calor siguen aumentando y que algún día podrían superar a las relacionadas con el frío.
En 2023, las personas estuvieron expuestas, en promedio, a una cantidad sin precedentes de 50 días más de temperaturas que suponen una amenaza para la salud de lo esperado sin el cambio climático.
Esa tendencia en auge, dice Romanello, está cobrándose vidas e incluso afectando a la fuerza laboral. “Hemos alcanzado niveles récord y muy preocupantes en el último año de datos. Estamos viendo que la muerte de un grupo de edad muy vulnerable de personas mayores de 65 años debido a la exposición al calor extremo ha aumentado”.
“También estamos viendo, como resultado de la exposición al calor extremo, que la capacidad de las personas para trabajar al aire libre es cada vez más limitada. Y la salud de los trabajadores está en riesgo”, agregó.
Millones de personas sufren inseguridad alimentaria de moderada a grave
El informe concluyó que las olas de calor y las sequías más frecuentes fueron responsables de que 151 millones más de personas sufrieran inseguridad alimentaria de moderada a grave en 124 países en 2022.
“Casi el 50% de la superficie terrestre mundial se ve afectada actualmente por sequías extremas. Y hemos visto cómo esto se manifiesta en términos de amenazas a la salud de las personas”, subrayó Romanello. “En casos como el de Somalia, en el Cuerno de África, la situación de hambre aguda se vio agravada por la sequía. La situación también aisló a comunidades de la Amazonía que dependen de los ríos para desplazarse”, añadió.
Publicado antes de la COP29, que se celebrará en Bakú (Azerbaiyán) en noviembre, el octavo informe anual de indicadores de ‘The Lancet Countdown’ está diseñado para dotar de información a los responsables de las políticas y, tal vez, influir en el debate. Sus autores piden a los Gobiernos que dejen de invertir en combustibles fósiles y redirijan ese dinero hacia energías limpias y renovables.
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