CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Autoridades buscan a los pobladores del municipio de Cumpas, en Sonora, responsables de matar a un oso negro, especie en peligro de extinción.
En redes sociales se difundieron las imágenes del animal corriendo por calles de la cabecera municipal de Cumpas, y luego se difundieron imágenes del animal tras haber sido sacrificado a balazos.
Poco antes, el presidente municipal de Cumpas, Diego Urias Varela, compartió un video y un mensaje en su cuenta en Facebook donde habla sobre la presencia del animal y pide a los habitantes que eviten el pánico.
“Sabemos que es un animal endémico de nuestra región y estamos trabajando en capturarlo, les recomiendo cerrar puertas y ventanas sin caer en pánico”, escribió.
En otro video se ve a tres personas rodeando al oso ya muerto en el suelo. Uno de ellos lo quiso mover, pero cuando se dieron cuenta de que los grababan, se alejaron de él.
Al respecto, el presidente municipal indicó: “Amigas y amigos de nuestro municipio, les quiero informar que están circulando videos del oso que entró a nuestra comunidad ya muerto, y les quiero expresar que jamás di orden de que sacrificaran a este animal”.
“También, de esta manera, les informó que desconocemos quién o quiénes le dieron muerte a este animal y seguridad pública ya lo está investigando. Me da mucha tristeza que hay quienes ya están sacando hasta raja política de este acto tan cruel y les repito: jamás di la orden de que se sacrificara a este animal, pues mi convicción es siempre y será a favor de los seres vivos. Estoy muy triste y consternado por este hecho y compartir el dolor y sentir general de nuestra gente”, señaló en una publicación. Organizaciones defensoras de los derechos animales condenaron la muerte del animal y exigieron a la Fiscalía General del Estado de Sonora que castigue a los responsables.
La directora de Protección y Bienestar Animal de dicha entidad, Carolina Araiza, aseguró que no se debe tolerar este tipo de actos, por lo que el Ministerio Público de Cumpas se encuentra investigando el caso.
El Código Penal del Estado de Sonora establece que los delitos en contra de los animales por actos de maltrato o crueldad son sancionados hasta con nueve años de cárcel, además de una sanción económica.
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